Con triplete de Luis Suárez, intervención del VAR,
un Barcelona despampanante y un Madrid en decadencia, el clásico español se
pinta de azul-granate.
El primer tiempo fue evidentemente culé: Barcelona
fue amplio dominador y mostró su gran calidad aplicando su famoso tiquitaca a
los merengues. Real Madrid no aparecía: su media cancha ni siquiera figuraba,
perdían más balones de los que recuperaban y corrían mientras los blaugranas
disfrutaban de la posesión del balón al tiempo que creaban jugadas de peligro.
Un gol de Coutinho al minuto 11, tras una diagonal
retrasada, aunado al penal provocado y anotado
por Luis Suárez (en el que por primera vez en la historia de los clásicos
españoles el VAR intervenía para marcar) bastaron para dejar la primera parte
del encuentro con victoria parcial a favor del Barça. No obstante, después del
descanso parecía haber cambiado todo.
La diferencia de parado del equipo blanco, que se suscitó
tras la entrada de Lucas Vázquez por Varane, planteó un Madrid más ofensivo,
que controlaba el partido y complicaba a la zaga rival reflejándose rápidamente
en el marcador: Marcelo marcaba de derecha a los cuatro minutos de haber comenzado
la segunda mitad, seguido de un remate de Modric que se estrelló en el palo de
Curtouis.
La reacción del Real ilusionaba con una remontada,
pero la esperanza terminó conforme el resto de los goles azulgranas caían. La
verdadera masacre comenzó al 74: Suárez marcaba su segundo gol y menos de diez
minutos más tarde haría el triplete. Al 86 Vidal anotaba su primer tanto y el
quinto para los culés. En este momento solo se divisaba un lúcido Barcelona que
jugaba con un Madrid extrañamente incompetente. El partido terminó 5-1.
Los blaugranas alcanzan el liderato español
mientras que los merengues se posicionan, de forma alarmante, en el noveno
lugar de la tabla. ¿A qué se debe el declive madridista? Casemiro declaró que
era la suma de muchos factores pero, ¿qué es lo que debería preocupar más a
este plantel? Y la salida de Cristiano ¿guarda relación directa de afectación a
la calidad del club o se resume a una mera coincidencia de acontecimientos?
Hoy el Barça, con Messi como espectador, dejó de manifiesto su poderío colectivo e individual,
pero el Real, sin su antiguo siete, exhibe la crisis que atraviesa. ¿Cuál será la
estrategia que trate de sacar al Madrid del pozo en el que lleva ya varias
fechas atrapado?
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